Conoce la historia de Fangar, una histórica posesión mallorquina

Nuestra historia tras el paso de los años...

Historia y tradición mallorquina

Riqueza agrícola y cultural

Fangar es una de las posesiones históricas de Mallorca: un testimonio vivo de la economía y cultura insular desde la Edad Media. Estas fincas, dedicadas a la agricultura y ganadería, fueron pilares fundamentales hasta la llegada del turismo en el siglo XX. Fangar destaca por sus edificaciones que reflejan diversos periodos históricos, comenzando con asentamientos islámicos previos al siglo XIII. La casa principal, ampliada en 1635 y reformada entre 1794 y 1804, muestra la evolución arquitectónica de la finca, siendo un ejemplo emblemático de la historia mallorquina.

Patrimonio y evolución

Agricultura y Producción

Con una planta cuadrada y un gran patio central, Fangar ejemplifica la importancia de las posesiones en la economía antigua de Mallorca. Donde se desarrollaban múltiples actividades agrícolas, como la producción de aceite en la gran almazara de 1858 y la molienda de grano en el molino de sangre. El cultivo de la vid fue significativo, con la monumental bodega testimoniando la producción y exportación de vino. La finca también alberga extensiones de olivar, algarrobos, higueras y almendros, reflejando la diversidad agrícola que sustentó la economía local durante siglos.

Legado y modernización

Transformación familiar

La finca Fangar ha pertenecido a la familia propietaria actual desde el siglo XIX, cuando Germán March Giadas, empresario de origen mallorquín, adquirió parte de las edificaciones. Posteriormente, su hijo Germán March Soler junto a su mujer Catín Vicens Morell unificaron la propiedad. En 1987, la propiedad paso a Antonia March Vicens y su marido Rafael Gil Mendoza, quienes modernizaron la finca y desarrollaron servicios básicos en el Valle de San Miguel, como la instalación de electricidad y teléfono. Tras el fallecimiento de Antonia March, la finca pasó a manos de sus hijos, quienes mantienen el patrimonio y la cultura familiar que representa esta posesión mallorquina. Hoy, Fangar sigue siendo un ejemplo de adaptación y preservación del patrimonio, combinando historia y modernidad en un entorno natural privilegiado.

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