Las casitas destinadas al agroturismo son un refugio contra el estrés. De extremada calidez han sido decoradas con materiales de la tierra consiguiendo un estilo rústico de gran simplicidad perfectamente acondicionado e integrado al entorno en equilibrio y armonía con bellos espacios verdes para amantes de jardines con rincones de encanto resultado de años de cuidados y trabajo.
Piscina y solarium, además de poder practicar el senderismo por el bosque y montaña exclusivos de la finca.
Las casas se ofrecen completas y en su totalidad (no por habitaciones) y pueden ser ocupadas por unidades de dos, tres o cuatro personas.
A quince kilómetros de las playas más bonitas de Mallorca.